Una etapa más del Camí d'Andorra

De Fenollet a La Vall de CabóEl sábado 30 de Enero de 2009 a las 7.30 de la mañana, nos encontramos en la puerta del Club Valldaura Mateo, José Manuel, Octavio y yo, con Enrique Tormo que venía de Barcelona. Nos habían encargado la intendencia de la expedición que hace el Camí d’Andorra y que el pasado sábado iba por la tercera etapa con final en La Vall de Cabó. Nuestro encargo consistía en preparar la comida: hacer costillas, butifarra y “cansalada”. Para ello, contar con Mateo es un lujo ya que es un consumado cocinero que domina por igual la paella y la parrilla.

 

De Fenollet a La Vall de CabóDespués de un plácido viaje, en el que comprobamos que han instalado radares en la carreterr que va desde Igualada a Calaf, nos reunimos en la plaza de las Homilies d’Organya con Jordi Pifarré y el resto del grupo: el matrimonio Taló Valls y las familias Manich-Gallemí y Jaureguizar-Gratacos. En total eramos 17 los que íbamos a atacar el monte Santa Fe y su vertiginoso descenso a un valle muy profundo que se llama La Vall de Cabó.

Una vez agrupados en la Masía de Cal Fenollet, Mn. Ignasi Sala subió a celebrar la Santa Misa en la Ermita de Sant Miquel anexa a Cal Fenollet. Asistimos, devotamente a la Misa en esta pequeña ermita con mucho frío. Como detalle el Mossèn se puso el alba encima del abrigo. Al finalizar la Misa, Rosa, propietaria de Cal Fenollet, que actualmente es una casa rural, nos tenía preparado un desayuno copioso a base de vino de porrón, pan tostado, tomate, embutidos, leche pura de vaca y mermelada casera. Nos costó Dios y ayuda levantarnos de la mesa, pero Jordi Pifarré hizo sonar el silbato de salida a las 11.20 h. . Hasta este momento vivimos con intensidad lo que hicieron 74 años antes el grupo de San Josemaría con una comida que les sirvió la abuela de Rosa.

De Fenollet a La Vall de CabóDespués de leer delante de los establos de Can Fenollet el diario del viaje escrito por Francisco Botella, emprendimos un camino zig-zagueante a través del monte que atraviesa tres torrenteras. Por la última tuvimos que subir prácticamente a cuatro patas durante 20 minutos hasta llegar a la cumbre del Santa Fe. Después el camino se suavizaba por la cima del monte hasta llevarnos al lado de una ermita en el coll del Santa Fe. Allí hicimos la foto del grupo y los encargados de la intendencia emprendieron la vuelta para preparar una costillada como Dios manda. Costillas bien calentitas y servidas nada más llegar.

Mientras, el resto del grupo emprendió un descenso por una pendiente muy empinada y llena de nieve en muchos tramos. Los resbalones estuvieron presentes, sin que se produjera ningún incidente grave.

De Fenollet a La Vall de CabóUna vez superado el descenso, nos entró un subidón de entusiasmo que brotó en canciones de épocas pretéritas. Entre Salvador y Jordi pegaron un repaso a los grandes hit-parades “parroquiales-boy scout” de los años 50 que nos dejaron flipando al resto del grupo. Cantando el camino se hace más ligero y da la impresión que se llega más pronto a la meta.

Octavio nos vino a buscar amablemente al fin del trayecto con una furgoneta y el resto ya os lo podéis imaginar: Nos reunimos alrededor de unas mesas de piedra en la Font de la Bordonera recordando que en Fenollet el grupo de San Josemaria tomó excelentes viandas preparadas por la abuela de Rosa.

Fenollet fue un lugar excelente para reponer fuerzas y reenprender las últimas etapas del Camino de Andorra. La próxima etapa será distinta. Hay que superar el monte Arés y esto puede ser harina de otro costal. Y la siguiente etapa es la de los puentes Valldaura. ¡Aquí no podemos fallar!

 


Album de fotos de la etapa De Fenollet a La Vall de Cabó del Camí d'Andorra